jueves, 7 de abril de 2016

FuryRed núm. 7


Foto de portada: Luis Mariano Gomez Pascual
Guión: Zarzuelo Cabañas




Tenía ocho años y estaba en la escuela

-¿No crees qué os habéis pasado?
-¿Tu crees que nos hemos pasado?
-¡Joder, han sido 1000 muertes!
-Más o menos lo de siempre
-Pero...
-¿Pero que?
-Ya, pero...

Cuando regresé a casa, avancé rápido entre la multitud y vi los restos de mi padre, madre y hermano entre los escombros.

-No te preocupes.
-Nosotros nos ocuparemos de ti
-Iremos a por los culpables de esto.

Desde entonces el Ejército de Liberación fue quien me crió y me enseñó. A los dieciocho empecé a formar parte de E.L

-No te preocupes y relájate 
-Creo que he ido demasiado lejos.
-No lo creerás cuando te enseñe la sorpresa que tengo preparada.
-¡Si!
-Joder, estamos de celebración 

Las mujeres mas aptas del E.L. forman parte del escuadrón de espías. ¿Y dónde mejor se podía espiar a los barbudos que en los prostíbulos?

-Se hace llamar La Estrella de David, pero es de las tuyas.
-¿Si?
-Bien sabes que de las pocas cosas que me diferencian de mis hermanos, es el placer por las mujeres Pañuelo, yo prefiero las Barbudas, pero un día es un día y te lo mereces, además, hace ya tiempo que no doy por el culo a una mujer Pañuelo.
-Joder, que sorpresón. Gracias.

Todo lo que era, no lo era gracias a mi padre o mi madre o mi hermana, sino gracias al E.L. Pero una noche, tras ver su actuación en un prostíbulo del Reino, perseguí al que desde entonces llamaron FuryRed y le dije:

-He visto lo que has hecho y lo comparto.

No tardé mucho tiempo en decirle quien era y él no tardó en mostrarme como eran las cosas:
-¡Me cago en la puta!
Tras ello decidí ayudarle 
- Muchas gracias, sin ti y todo el trabajo realizado durante estos meses, hubiese sido imposible el ajusticiamiento. Pero tu tienes tu propia lista, atrévete y no pidas a los demás que hagan lo que quieres y debes hacer. 

Y seguir sus pasos.

-Ven aquí puta.
-No sé si...
-Joder, que es una puta a la que te vas a follar
-Pero...aaaaah!

Las tiras se agarraron con fuerza al cuello del líder de los Pañuelos

-¡Que cojones haces, puta!

En esta ocasión el látigo se enroscó en el cuello del presidente de Promiseland

-¡Mataros!

La presión era suave y lenta, los rostros estaban rojos con un último intento de respirar.

-Ahogados, así se encuentra un pueblo, sin esperanza al ser el héroe y el villano lo mismo. Farsa eterna que se lleva consigo muertes y asesinatos, de carpinteros, de albañiles, de profesores, de enfermeros, de niños y bebés de ambos bandos. Y todo por lo mismo de siempre: por el interés económico. ¿Qué os diferencia? Sois líderes del dinero.

Fue entonces cuando la presión cambió y los rostros pasaron rápidamente del color morado al blanco mortal.



-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!

Los látigos cayeron cuando el filo atravesó la pierna izquierda y derecha.

-¿Como he de llamarte Davids o Ivonne o Ángela?

Intentó lanzar los látigos contra aquella mole azul, pero el dolor y la sangre perdida hizo que apenas le rozará su cuerpo.

-El E.I enseña muy bien, nombres distintos para caras distintas, pero ¿qué pasa cuando preguntas como es físicamente Ivonne o Ángela? Que no tiene nada que ver con la identificación aportada y si con la de un miembro del E.I. ¿Y qué puede hacer esta después de estar en contacto con aquel que llaman FuryRed tras la nueva guerra? Asesinar a los miserables que la mantienen y de la que se benefician.

Se desmayó y cuando abrió los ojos todo seguía igual: sus piernas cortadas y frente a ella ese hombre azul.

-Tomaste el camino equivocado y ello ha traído tu muerte, en tu elección queda si la quieres rápida o lenta. ¿Quién es FuryRed?

La boca cerrada hizo que el filo de la espada la cortara el brazo derecho

-Se me olvidaba lo tozudos que sois y como os gusta la tortura. ¿Quién es FuryRed?

La sangre brotó a borbotones de la oreja derecha.

-Ja,ja,ja ¿Crees que el tipejo de FuryRed vale tanto para que estés aguantando este sufrimiento? No es nadie y caerá como caéis todos. ¿Quién es?

-Hazme lo que quieras, porque no te diré nada.

Palabras escupidas con sangre.

-Ja,ja,ja. La típica soberbia del libertario. ¿Sois el ejemplo de la existencia de un "hombre nuevo"? Ja,ja,ja, nunca aprenderéis que el hombre es lobo para el hombre.

Se acercó a ella y desvaino su machete.

- Tengo entendido que el E.I enseña muy bien a aguantar las distintas posibilidades de tortura. Pero hoy te voy a enseñar una nueva. Ja,ja,ja.

Con tremenda lentitud empezó a introducir la punta del machete por la vagina.

-¿De verdad que no sabes nada sobre tu amigo FuryRed?

Suavemente metió un dedo mas del filo.

-¡Aguantar y callar hasta la muerte por la revolución que esta por llegar! Que loable principio pero que resistencia mas fútil. ¿Qué habéis conseguido? Si, ya sé, tú y el puto FuryRed lo sabéis y habéis decidido hacer la guerra por vuestra cuenta. Da igual que sea de manera colectiva y para concienciar, que de manera individual y como venganza, vuestro destino es el mismo: la derrota. Igual que otros en el largo pasado, hoy mueres tú y mañana tu camarada. Una palabra sobre FuryRed y esto se acaba.

Fue en el instante  en el que mango empezó a girar suavemente, cuando ella reaccionó : "¿Cuánto tiempo había pasado? ¿15, 30 minutos? ¿Una hora?" Se había sorprendido de tal manera que al mismo tiempo pensaba que todo estaba pasando muy rápido y muy lento, pero cuando el dolor alcanzó tal extremo fue capaz de desertar, "El lo había dicho. Tenía que hablar. ¿Por qué se había callado? Nada de esto estaría sucediendo si hubiese hablado. ¿A caso pensó que nunca la pasaría esto? Todo esto tenía que terminar, pues toda resistencia era fútil” 

-Tierra alta

Quería que la mataran ya, inmediatamente, una vez que había regresado a este mundo quería abandonarlo.

-Ja, ja,ja. Esto nunca falla. 

Retiró el filo de la vagina

-¿Que ocurre en tierra alta?
-Me tenía que reunir con él en el Desert de Tierra Alta dentro de dos semanas a las ...

Cogió su cabeza y la inclinó

-Te creo, nadie a estas alturas miente, solo se tiene cabeza para suplicar la muerte. Ahí la tienes 

Y la cabeza rodó hasta los pies de los dos ahogados.





Dos semanas después.

-Lo tengo.
-Entonces ya sabes lo que has de hacer, Mac.